Cualquier sociedad, por muy avanzada que se presente, cuenta con tabúes que son, en muchos casos, salvaguardas para ciertos conceptos y tradiciones que son importantes de mantener. Aunque un tabú siempre se ve como algo peyorativo, un tema del que no se puede hablar o que se margina, en ocasiones esto suele ser solo un medio para autoprotegerse. ¿Es la pena de muerte un tabú? ¿Lo es el incesto? Hay situaciones que han llegado a ser tabú con el tiempo, mientras que hace siglos eran naturales, hoy ya no lo son tanto. Otros tabúes, sin embargo, están desapareciendo a la vez que se avanza y se progresa hacia un futuro mejor. Por ejemplo, la eutanasia siempre ha sido un tema muy polémico, y por tanto, también se ha generado un gran tabú en torno a ella, de manera que muchos no han querido siquiera tratarlo. Sin embargo, en los últimos años está cambiando, y ahora es un tema del que se puede debatir perfectamente.
Los tabúes sexuales siguen siendo en muchos casos una gran barrera para una buena parte de la población. A pesar de vivir en un mundo cada vez más sexualizado, no hablamos tanto de sexo como parece. En las conversaciones rutinarias, en las charlas cotidianas, el sexo guarda un lugar muy secundario. Más aún cuando tenemos ciertos fetiches que consideramos “especiales”, y que seguramente nos avergonzaría reconocer si lo ponemos en común con otras personas. Esos fetiches van desde ropa hasta relaciones en público, pasando por deseos que son adecuados desde el punto de vista social, por fijarnos en personas que no deberíamos. El tabú del sexo en familia, por ejemplo, se ha tratado en numerosas ocasiones en la literatura y la ficción, pero en la vida cotidiana es algo extremadamente prohibido. Se sortea, más o menos, con supuestas relaciones incestuosas con primas lejanas, que no entrañan tanta incomodidad. Sin embargo, hay un lugar en el que el sexo en familia sí que está tomando un cariz mucho más intenso: el cine porno. De las madrastras a los hermanastros, el porno en familia está siendo cada vez más popular.
Vídeos muy buscados
Lo cierto es que la temática de porno de familia es hoy por hoy una de las más buscadas en las plataformas eróticas de Internet. No hay más que echar un vistazo a sitios como Pornhub o Xvideos para notar que esta categoría está triunfando por todo lo alto, e incluso hay productoras que se dedican exclusivamente a estos vídeos. ¿Nos da morbo ver como dos hermanastros tienen sexo? ¿Nos pone imaginar a una madrastra MILF teniendo relaciones con el hijo de su esposo? Tal parece que sí, puesto que estos vídeos están copando todos los tops y cada vez son más las productoras que se animan a ellos. Eso sí, parece que siempre se utiliza el “atajo” de la familia con miembros no consanguíneos, para evitar realmente el verdadero tabú. Ese es el último paso, que muchos ya han dado, pero que todavía no se ha popularizado del todo: padres e hijos teniendo sexo juntos.
Sin incesto directo, pero si con padrastros y madrastras
Lo habitual es encontrar mucho la palabra step en este tipo de vídeos. Es, en inglés, el prefijo que se utiliza para hablar de madrastras, padrastros y hermanastros. Esa familia que tenemos no por consanguineidad, sino por un segundo matrimonio o relación de nuestros padres. Si nuestra madre, por ejemplo, se ha casado con un hombre que a su vez tiene más hijos, ellos serán nuestros hermanastros. No hay ninguna otra relación familiar entre nosotros, así que son personas cualquiera… con las que convivimos todos los días, en la cocina, en el baño… El incesto no es tal al no haber ningún progenitor en común, pero por supuesto, el morbo puede llegar a ser máximo sabiendo que estamos viendo a dos “hermanos” teniendo sexo juntos.
Tampoco es algo que hayamos inventado recientemente. Ya en los inicios de la propia industria, allá por los 60, el sexo entre hermanastros podía ser habitual. Era algo subersivo, desde luego, y aun hoy sigue llamando mucho la atención. Es, además, una de las mejores fórmulas para juntar a MILFs y chicos jóvenes en la misma escena. Aquellas protagonizadas por dos jóvenes también son muy habituales y populares, ya que hacerlo con nuestra hermanastra puede llegar a ser muy morboso. En algunas ocasiones se utilizan también otras figuras familiares, como abuelos, tíos o incluso primos. De hecho, muchas productoras han lanzado series completas con varias escenas mostrando las relaciones sexuales de una misma familia, llegando a tener sexo la madre y la hija a la vez con el padrastro o el hijastro, por ejemplo.
El morbo de hacerlo con alguien de la familia
La pornografía nace, evidentemente, para exaltar los deseos más morbosos y prohibidos de los espectadores, la mayoría de ellos masculinos. ¿Entendemos entonces que estos vídeos tienen éxito porque en realidad los espectadores también fantasean con relaciones incestuosas? Aunque el tabú sobre este tipo de relaciones es muy fuerte, el morbo puede llegar a ser aun mayor. Tal vez no fijándonos en nuestras propias madres o hermanas, pero sí en alguna prima con la que no tenemos tanta confianza, y por supuesto, en alguna hermanastra si no es directamente de nuestra familia. Es ahí donde el porno explota por completo este tipo de deseo, sabiendo que lo prohibido llama mucho la atención y genera ese morbo ardiente.
La familia es un sustento vital para cualquier cultura y sociedad. Algo que muchos piensan que se está perdiendo, pero que simplemente está mutando a otras formas diferentes a la tradicional. La familia sigue existiendo como primer punto de apoyo para cualquier persona, especialmente en los años de infancia y juventud. El hecho de relacionarnos sexualmente con nuestra familia no es un tabú arbitrario. Sirve para evitar que la relación de amor fraternal se convierta en algo más físico. Y por supuesto, ayuda también a minimizar las relaciones incestuosas de las que puedan nacer bebés con ciertos problemas, como ya se ha comprobado en estos casos. El incesto sigue siendo relativamente habitual en algunos lugares del mundo, incluso en países como Estados Unidos, pero se ve como algo antinatural para la mayoría.
Uno de los últimos tabúes del porno
La pornografía ha traspasado ya todos los tabúes habidos y por haber, aunque no de forma popular y comercial. Hay vídeos sobre cualquier tipo de fetiche que podamos imaginar, pero muchos de ellos contravienen incluso las propias leyes, por lo que no son tan fáciles de encontrar. En cuanto al tabú del sexo en familia, el porno ya ha jugado a rodearlo con las step-familias, pero ha ido directo al grano en otras muchas ocasiones. Supuestos padres e hijas teniendo sexo, hermanos de la misma sangre disfrutando con sus respectivas parejas, dándose besos, acariciándose… Hay también varios casos de hermanas que han protagonizado escenas porno, interactuando entre ellas de manera lésbica, y teniendo sexo con el mismo chico a la vez.